domingo, 9 de septiembre de 2012

Vida y Destino



"Cada época tiene una ciudad que la representa en el mundo, una ciudad que encarna su voluntad y su alma.

Durante algunos meses de la Segunda Guerra Mundial esa ciudad fue Stalingrado. Los pensamientos y las pasiones de la humanidad se centraron en Stalingrado. Fábricas e industrias, rotativas y linotipias funcionaban para Stalingrado. Líderes parlamentarios se subían a las tribunas para hablar de Stalingrado. Pero cuando miles de personas irrumpieron en la ciudad desde la estepa para llenar las calles vacías y se encendieron los primeros motores de coche, la ciudad que había sido capital del mundo durante la guerra dejó de existir."

p.1010 de la edición que os indico al final (y así en adelante).

Acabo de terminar Vida y destino. ¡Qué ganas tenía de decir esto! 



Todos los que hayáis oído hablar de esta novela sabréis que es una gran obra literaria, un clásico soviético -probablemente a la altura de las grandes novelas rusas del XIX como Guerra y Paz-, un libro que "hay que leer". Tal vez hayáis leído también que es un "caleidoscopio literario" o, quizás, con un poco de suerte, sea la primera a la que se le ocurre esta metáfora. Me explico, Vasili Grossman relata el final de la Segunda Guerra Mundial, marcada por la victoria soviética en Stalingrado, de una manera peculiar y genial. En lugar de narrar acontencimientos linealmente, escoge fragmentos, vidas, familias, cárceles, campos de exterminio, frentes... De manera que al unir los trocitos obtenemos una visión global y maravillosa de aquello que estamos mirando a través del calidoscopio. Estos fragmentos que Grossman intercala, dedicando unos capítulos a la familia Sháposhnikov, otros al frente de Stalingrado, otros a un campo de concentración alemán para más adelante volver a la familia Sháposhnikov  o la cárcel de la Liubianka (en Moscú), se ven enriquecidos con pequeños capítulos dedicados a la reflexión en primera persona, Vasili Grossman nos habla directamente, sin intermediarios.

"¿Cómo transmitir ese sentimiento nocturno donde se mezclan la inocencia y la perdición? p.363

Podemos organizar la novela al rededor de la familia de la que acabo de hablaros: los Sháposhnikov. Viktor Shtrum, físico y su mujer Liudmila constituyen una especie de eje central, a través del cual se van desgajando el resto de personajes: los compañeros de trabajo y autoridades soviéticas (incluído Stalin) que rodean a Viktor, su madre, la extensa familia de Liudmila, los maridos (presentes, pasados y, tal vez, futuros) de sus hermanas que están en el frente, en la cárcel, sus vecinos que tal vez acaben en un campo de exterminio... De manera que, poco a poco, se va abriendo el abanico hasta llegar al lado alemán. Esta disposición formal ayuda enormemente al contenido, el autor soviético nos cuenta la realidad sin censuras, critica con desprecio el nazismo, sin duda, pero también arremete contra el estalinismo, dejando bien claro que no tiene nada que ver con Lenin o con el propio comunismo. Habla del miedo a ser delatado por un comentario estúpido en un momento de debilidad o confianza, de las purgas estalinistas, de las cámaras de gas, de los jóvenes inocentes enviados a morir... pero también de la dificultad de seguir adelante y de una posguerra quizás más dura que la propia guerra para las familias. Un claro ejemplo de esto último:


"-Cuántos éramos aquel día alrededor de la mesa, mientras que ahora sólo quedamos usted, la abuela, papá y yo -dijo Vera.
-Hemos aplastado a los alemanes en Stalingrado -dijo Andréyev.
-¡Una gran victoria! Pero hemos pagado un precio muy alto por ello -observó Aleksandra Vladimírovna, y añadió-: Tomad más sopa, durante el viaje sólo comeremos fiambre, pasarán días antes de que volvamos a comer caliente."

p.1097.



La novela está plagada de citas de los grandes literatos rusos a través de la voz de algunos de sus personajes, especialmente del físico Viktor Shtrum. Por otra parte, a veces se ha difícil de seguir debido al número ingente de personajes y a las diversas maneras de llamar a cada uno, por eso os recomiendo leer una edición que cuente con una lista de personajes principales, como es el caso de la que os indico. He contado muchas veces las páginas que me quedaban para acabarla, pero puedo decir que, sin lugar a dudas, ha merecido la pena.

"El día del juicio llegaba a su fin. Era imposible distinguir ya la sonrisa en la cara del soldado muerto." 

p.1015

La edición que he leído.

Otras obras traducidas al castellano del mismo autor:

-Por una causa justa.
-Todo fluye.
-Años de guerra.
-Un escritor en guerra.

Aquí os dejo un vídeo de presentación de la novela:





lunes, 3 de septiembre de 2012

Nada

"NADA IMPORTA. HACE MUCHO QUE LO SÉ. ASÍ QUE NO MERECE LA PENA HACER NADA. ESO ACABO DE DESCUBRIRLO."



Después de leer estas frases en la portada de un libro, decidí meterlo en la maleta. Ese libro se llamaba Nada e iba a leerlo en menos de media hora. No os puedo negar que engancha... 

Pierre Anthon es un adolescente que, un día cualquiera, descubre que la vida no tiene sentido, sube a un árbol y comienza a gritar frases como las que abren esta entrada. Todos sabemos que nada tiene sentido, pero ¿cómo vamos a romper el acuerdo tácito de fingir que lo tiene? Sus compañeros de colegio tienen miedo, mucho miedo. Y buscan la manera de convencerle de que hay cosas que importan, de manera que reúnen, poco a poco, cosas con sentido, "importantes". Su tarea es nada menos que ¡buscarle sentido a la vida! Todos estaremos de acuerdo en que es peligroso, ¿no?


Janne Teller, la autora, es una mujer danesa, aunque de origen austro-alemán. Publicó esta novela en el 2000, que fue tanto recomendada como lectura en institutos como prohibida. ¿Vosotros creéis que puede ser peligrosa o que habría que recomendarla? La verdad es que después de leerla tengo mis dudas... Además, ha sido un best-seller en Alemania. Se me ocurre que el motivo es el paralelismo de la historia con un totalitarismo a pequeña escala, como ocurre con la película La ola (die Welle, muy interesante). Puede que les guste leer que cualquiera puede dejarse arrastrar por el grupo, sin oponerse a lo absolutamente rechazable.

La novela me ha gustado, sí, incluso recomiendo su lectura, sobre todo porque no exige más que media hora de tu vida, pero tengo que decir que el tema me parece muy manido "buscarle sentido a la vida". ¿No creéis? Además, llega un momento en el que la historia se le va de las manos y el final, del que no hablaré -tranquilos-, me parece innecesario tanto para transmitir el mensaje como estéticamente. Si se os ocurre qué aporta a la novelita estaré encantada de leerlo.

Por otra parte, una obra que te plantea preguntas siempre es interesante, puede que te haga pensar en el sentido de la vida, en el valor que le otorgamos a los objetos, tal vez en el espíritu de grupo, en cómo nos dejamos arrastrar por la mayoría, en la venganza, el miedo, o ¿qué hubieras dejado tú en la montaña de significado?



La edición que leí.

Janne Teller ha escrito sobre todo ensayos. Este enero (2012) han traducido (Carmen Freixanet) al castellano otra novela suya qué plantea un dilema amistad-dinero y que me gustaría leer, Ven. ¿Me lo recomendáis?


Aquí os dejo el trailer de nada (sí, a veces los libros también tienen trailers, qué cosas...)


domingo, 2 de septiembre de 2012

Tala


Por seguir con la literatura germanófona voy a hablaros de Tala, aunque esta vez nos vamos a Austria. Se trata de una novela corta de Thomas Bernhard (1931-1989), archiconocido escritor austriaco, como os decía, con un estilo muy personal. Para no aburriros con datos biográficos pero dar alguna pista -por no pecar de posmoderna- os diré que su obra se ve marcada por su dura infancia, por el hecho de que fue enfermo crónico y por su odio desgarrador al nacionalismo austriaco. Estos tres elementos están presentes de una manera más o menos velada en todas sus obras y Tala no es una excepción.



Estamos ante un austriaco destilando odio hacia el mundo artístico vienés, que a su vez piensa que merece una novela.
Su característica más curiosa -me encantan estos pequeños (o no tan pequeños) detalles formales- es que está escrita sin un solo punto y aparte. Es un párrafo complejo lleno de ecos y repeticiones, propios de un monólogo interior. Durante sus más de 200 páginas, el narrador reflexiona sobre las relaciones sociales artificiales y, desde su punto de vista, repulsivas, que tenían lugar en la Viena de los años 80. Hace un recorrido tanto por su vida como por la velada; la historia de sus días desde que conoció a los Auersberger sale una y otra vez a la luz y salpica la narración de la cena artística que está teniendo lugar, de manera que vamos conociendo la relación del narrador con los invitados a la cena según vamos sabiendo como la misma se desarrolla.
Además, es un claro ejemplo de la intertextualidad, ya no tan sorprendente, en la novela. Se habla, sin ir más lejos, de Pato salvaje, de Ibsen -pieza que tengo pendiente...¿recomendable?-, con la excusa de que acude a la cena un actor que la está representando.

Novela contada desde un sillón, estática y siempre en movimiento, en la que pasan tantas cosas sin salir de ese comedor... Muy interesante por su estilo, por su forma, pero también por su contenido. Una visión tan crítica de la sociedad artística vienesa del siglo pasado pero, por otra parte, tan actual y universal, que no puede resultarte ajena.

La edición que leí.

Algunas de sus obras traducidas:


  • Amras
  • Helada
  • Una fiesta para Boris
  • El ignorante y el demente
  • El presidente
  • Los comebarato
  • El sobrino de Wittgenstein












El puente del cuerno de oro


Casi sin querer, he decidido empezar por El puente del Cuerno de Oro (Die Brücke vom Goldenen Horn), novela de Emine Sevgi Özdamar, publicada en Alfaguara. Puede que lo haya elegido porque es uno de los libros más dulcemente escrito que he leído (bueno, sin dejar atrás los relatos de Marguerite Yourcenar), pero sin por ello carecer de fuerza y contundencia.




Emine Sevgi Özdamar es una mujer polifacética: actriz, directora teatral y escritora. Es turca,  pero sus novelas y piezas teatrales están escritas en alemán porque reside en Berlín desde su juventud.








El puente del Cuerno de Oro, publicada en 1998 en Alemania, es su segunda novela.



Quise leer esta novela por dos motivos; en primer lugar quería conocer la literatura de inmigrantes turcos en Alemania y, por otra parte, me apetecía sumergirme en Berlín de nuevo -esta novela transcurre parcialmente en sus calles.

Y no me defraudó; la lectura de esta novela me ha hecho recordar los rincones de Berlín y me ha descubierto la realidad de una joven inmigrante en Alemania en los años 60. Además de contarte la historia en gran parte autobiográfica de la protagonista-autora, describe los hechos y la sociedad de los 60 tanto en Alemania como en Turquía. Si te interesan las revueltas juveniles del 68, la filosofía  la política y la literatura que las rodean tanto como a mí, te va a encantar.

La obra está sembrada de referencias literarias, como son fragmentos de poemas de Brecht, de Lorca, Baudelaire, Weiss, citas de Marx y Engels... Pero Özdamar va más allá, jugando con Brecht y Helene Weigel (su mujer), a los que da un papel en su novela.

A parte de las interesantes referencias culturales e históricas, uno de los puntos fuertes de El puente del Cuerno de Oro es su lirismo: la forma acompaña armónicamente el fondo. El libro deja entrever ciertas peculiaridades en cuanto a la forma de ver el mundo que creo puedo achacar a la cultura turca de la que viene la autora. Se trata de detalles poéticos aplicados a descripciones cotidianas y del reflejo de una visión romántica de la vida.
Un detalle digno de mención en cuanto a la construcción de la novela es el desdoblamiento de una pareja en 6 personas, cada una de las cuales representa un fragmento de los enamorados y que te lleva a comprender la complejidad de los sentimientos encontrados.

Realmente enriquecedora y recomendable.

La edición que yo leí

Pequeña biografía de la autora

Otras obras traducidas de Özdamar:

  • Extrañas estrellas.
  • La vida es un caravasar.
  • La lengua de mi madre.

Y éste es el famoso Cuerno de oro.






Declaración de intenciones

¿De qué se puede escribir si no de las palabras? Pues eso haremos... De palabras, de páginas, de novelas, de lo que importa. Pero nunca de las últimas páginas, esas son para leerlas -nada más lejos de mi intención ser una spoiler
Buscar el significado, inventarse uno, hablar de sus colores, sus juegos o sus personajes. Los tuyos y los míos.
Porque un libro no tiene por qué acabar en el momento que cerramos las tapas y lo devolvemos a la estantería, eso sería taan triste...

Deja las palabras entrar.